En xleche ¡La abuela y el abuelo de mi novia me vieron correrme en su boca después de follarla!
2Los mejores videos de Xleche Mi sexy novia rubia se ha quedado con sus abuelos durante un par de semanas y me invitó a cenar con ellos. Ya sabes la edad que tiene la gente, se acuestan temprano y mi novia y yo nos quedamos a recoger la mesa y lavar los platos. Mi chica llevaba una falda roja sexy, una blusa de manga larga y una gargantilla sexy y había estado burlándose de mí toda la noche a espaldas de sus abuelos y ahora que estábamos solos, se estaba poniendo más juguetona a cada minuto. Se estaba subiendo la falda y provocándome con su jugoso trasero de burbuja, levantando su blusa y presionando sus grandes tetas contra la superficie de vidrio de la mesa de su abuelo. Ver su coño rosado y su culo arrugado me estaba poniendo la polla dura como una roca y no podía esperar para follarla hasta los huesos. Se sentó en una silla, abrió sus largas piernas y comenzó a masturbarse justo en frente de mí, haciendo que se me hiciera agua la boca y que mi polla palpitara con tanta fuerza debajo de mis pantalones. Metí la mano debajo de la mesa y froté su manguito mojado y ella se arrodilló, bajándome los pantalones, asombrada cuando mi polla cobró vida como un Jack in the Box. Lo chupó y lo acarició como una buena niña pequeña, lubricándolo con su saliva y levantándolo para poder lamerme bien las pelotas. Luego se acostó boca arriba, abrió las piernas y se frotó el manguito, ¡ganándose la oportunidad de una mamada y un polvo duro en el sofá! Ella quería que me la follara en posición de misionero. Empujé mi polla profundamente en su coño caliente y húmedo con un solo empujón y ella casi gritó. La incliné y abrí los labios de su coño con mis dedos, azotando su apretado culo, luego penetré y follé su coño al estilo perrito por detrás. Me recosté en el sofá y ella se subió encima, guiando mi palo de carne dentro de su manguito y montándome en posición de vaquera. Ella siguió frotando su arranque mientras yo la golpeaba más fuerte y más rápido y me di cuenta de que me estaba acercando cada vez más al punto sin retorno. ¡Se arrodilló, se abrió de par en par y me rogó que le llenara la boca con mi semen! Me estaba acabando en su boca cuando aparecieron su abuela y su abuelo, preguntándose por qué hacíamos tanto ruido. Se sentía tan jodidamente genial y no podía dejar de correrme… ¡y correrme! Gruesas cuerdas de semen goteaban por su cara. Su abuela me gritaba, pero no me importaba, seguí bombeando carga tras carga de semen espeso y caliente en la boca pequeña.